Este escudo parece que figuró ya en la solemnidad con que Felipe II fue recibido en Sevilla, a cuyo recibimiento acudió una delegación de Constantina.Es, pues, un escudo que puede datarse de esa fecha, lo que explica el que no se ajuste a las reglas heráldicas que prohiben color sobre color.
En campo de azur:
Una «matrona coronada», sentada sobre una roca, y sosteniendo en la mano derecha un «racimo de uvas» y en la izquierda una «rama de olivo».
El municipio de Constantina pertenece a la comarca de la Sierra Norte sevillana, incluyéndose en el ámbito del Parque Natural del mismo nombre.
Ciudad de origen ibero. Parece ser que en el año 1200 a.c., los celtas fundaron el primer poblado con el nombre de Sucum-Murgi.
Los cartagineses la llamaron Lacuni Murgi y explotaron sus minas de plata y de hierro.
La ciudad actual se construyó cerca de una fortificación de los romanos junto al Cerro del Castillo, llamándose Constantia Julia, en honor a Julio César. Su importancia fue considerable porque por ella pasaba la Calzada Emérita que comunicaba Mérida y Sevilla; y porque en sus tierras se producía un vino famoso en toda Roma, el Cocolubis, que se exportaba desde el puerto de Sevilla. Acuño moneda propia.
Durante el periodo de Al-Andalus fue llamada Cotinema.
Tras la conquista cristiana llevada a cabo por Fernando III fue llamada con el antiguo nombre con que fue conocida en el periodo visigodo, Constantina.
En un principio pasa a depender de Córdoba hasta la conquista de Sevilla pasa a su jurisdicción. Luego dependió alternativamente del duque de Medina Sidonia y del marqués de Cádiz, hasta que le fueron entregadas las llaves a los Reyes Católicos en 1478 y la convirtieron en villa de realengo.
En el año 1931, el rey Alfonso XIII, le ratificó el título de ciudad.
Con la guerra de la Independencia saldría mal parada. Luego se recuperaría y progresó de tal manera que el rey Alfonso XIII le otorgó el título de ciudad.
La vía principal de Constantina, ordenada de norte a sur sobre el Camino Real de Sevilla, se denomina desde el siglo XVI calle Mesones, lo que refleja la importancia del núcleo como lugar de tránsito. Tras un periodo de regresión, el siglo XVIII conoce un auge económico que se traduce en el orden urbano en la potenciación del eje norte-sur, en la urbanización del fondo del Valle de la Osa, sobre todo en la margen del arroyo, y en la expansión del núcleo hacia el norte, siguiendo el camino de Cazalla. Durante el siglo XIX, el desarrollo urbano se orienta hacia el sur, a lo largo del valle y siguiendo el camino de Sevilla.
En la primera mitad del siglo XX, la dinámica de crecimiento se acentúa con un incipiente desarrollo industrial. Las expansiones urbanas se producen sobre las vías de acceso: hacia el norte, sobre el camino de Cazalla (Villalatas); hacia el noreste, sobre el camino de Las Navas; en la prolongación de la calle Morería; etc. También se realiza una importante renovación del casco antiguo y se canaliza el arroyo Allende o de la Villa. Con el descenso demográfico acaecido desde mediados de siglo, Constantina mantiene la unidad de su casco urbano, de marcado carácter lineal norte-sur, ocupando las faldas del Valle de la Osa. El arroyo de la Villa es el eje medular y los caminos sirven como directrices de los nuevos asentamientos residenciales. En los últimos tiempos están surgiendo viviendas unifamiliares aisladas, de tipo vacacional. La construcción de bloques aislados y en altura también ha hecho su aparición, pero de forma limitada y localizada: barriada del Cerro del Barrero y las Tres Torres. En el extremo meridional se localizan diversos equipamientos públicos de carácter educativo y sanitario.
Una «matrona coronada», sentada sobre una roca, y sosteniendo en la mano derecha un «racimo de uvas» y en la izquierda una «rama de olivo».
Los cartagineses la llamaron Lacuni Murgi y explotaron sus minas de plata y de hierro.
La ciudad actual se construyó cerca de una fortificación de los romanos junto al Cerro del Castillo, llamándose Constantia Julia, en honor a Julio César. Su importancia fue considerable porque por ella pasaba la Calzada Emérita que comunicaba Mérida y Sevilla; y porque en sus tierras se producía un vino famoso en toda Roma, el Cocolubis, que se exportaba desde el puerto de Sevilla. Acuño moneda propia.
Durante el periodo de Al-Andalus fue llamada Cotinema.
Tras la conquista cristiana llevada a cabo por Fernando III fue llamada con el antiguo nombre con que fue conocida en el periodo visigodo, Constantina.
En un principio pasa a depender de Córdoba hasta la conquista de Sevilla pasa a su jurisdicción. Luego dependió alternativamente del duque de Medina Sidonia y del marqués de Cádiz, hasta que le fueron entregadas las llaves a los Reyes Católicos en 1478 y la convirtieron en villa de realengo.
En el año 1931, el rey Alfonso XIII, le ratificó el título de ciudad.
Con la guerra de la Independencia saldría mal parada. Luego se recuperaría y progresó de tal manera que el rey Alfonso XIII le otorgó el título de ciudad.